Pierde su avión al tener su tarjeta de embarque borrosa
Una pasajera de Ryanair perdió un vuelo de Dublín a Málaga porque la compañía le dijo que la tarjeta de embarque que ella había impreso en su casa estaba demasiado borrosa para que la leyera el escáner, informa este viernes el The Irish Examiner.
La profesora Sue Craig, de 54 años, pagó un extra de once euros para poder facturar a través de internet e imprimir ella su tarjeta de embarque. La mujer fue derivada por los empleados de Ryanair a otro mostrador de la compañía y la cola era tan larga que la perdió su vuelo.
La tinta de mi impresora era nueva, no le pasaba nada a la tarjeta de embarque, es una tomadura de pelo. No entiendo por qué no pudieron escanearla", dijo la afectada al diario irlandés. La profesora perdió los 80 euros que le costó su vuelo y denuncia que Ryanair arruinó sus planes de vacaciones en la Costa del Sol.
Ryanair le propuso tomar otro vuelo a Málaga, al día siguiente, desde Bristol y pagando cien libras por el billete. Un portavoz de la compañía explicó al diario irlandés que "la tinta de la tarjeta de embarque estaba tan borrosa que los escáneres del aeropuerto no podían leerla y que fue derivada al mostrador de la compañía, para no causar ninguna inconveniencia a un vuelo con 180 pasajeros".
La profesora Sue Craig, de 54 años, pagó un extra de once euros para poder facturar a través de internet e imprimir ella su tarjeta de embarque. La mujer fue derivada por los empleados de Ryanair a otro mostrador de la compañía y la cola era tan larga que la perdió su vuelo.
La tinta de mi impresora era nueva, no le pasaba nada a la tarjeta de embarque, es una tomadura de pelo. No entiendo por qué no pudieron escanearla", dijo la afectada al diario irlandés. La profesora perdió los 80 euros que le costó su vuelo y denuncia que Ryanair arruinó sus planes de vacaciones en la Costa del Sol.
Ryanair le propuso tomar otro vuelo a Málaga, al día siguiente, desde Bristol y pagando cien libras por el billete. Un portavoz de la compañía explicó al diario irlandés que "la tinta de la tarjeta de embarque estaba tan borrosa que los escáneres del aeropuerto no podían leerla y que fue derivada al mostrador de la compañía, para no causar ninguna inconveniencia a un vuelo con 180 pasajeros".
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