Controlador de parquímetros: si multas más, ganas más
Cada vez son menos los que confían en la bondad o en el despiste de los controladores de los parquímetros y no se arriesgan a dejar el coche en la calle sin la salvaguarda del dichoso papelito de la hora. Las recurrentes protestas de los colectivos anti-parquímetros no han cuajado en casi ninguna de las capitales de provincia, y lejos de menguar la tendencia de cobrar por aparcar, parece que el afán recaudatorio de los ayuntamientos ha encontrado nuevas fórmulas para castigar a los infractores.
El último convenio colectivo firmado por los sindicatos y el ministerio incluye una polémica cláusula: los controladores de estacionamiento de vehículos cobrarán 25 euros más al mes en concepto de “plus de recaudación” es decir, por poner más multas. Eso sí, no se especifica cuántos euros más ha de recaudar un controlador para lograr ese plus que, en un año, puede llegar a suponer 300 euros de más sobre el sueldo habitual.
El nuevo convenio, que además contempla una subida salarial del 6,8% fue firmado el pasado día 21 por los sindicatos y el Ministerio, y la mayoría de los trabajadores afectados ni siquiera se ha enterado aún de su contenido.
Aún así, cuando El Confidencial les ha explicado por encima la cláusula del plus por recaudación, la mayoría se ha mostrado muy sorprendida y ha habido diversidad de opiniones. A pie de calle, en pleno centro de Madrid, un controlador que prefiere mantenerse en el anonimato asegura que a él le parece “bien” la medida pero que desconfía de que los usuarios vayan a opinar lo mismo. “Me extraña que vayan a pagar ese plus, porque si fuera así yo no voy a desayunar y me lío a poner multas”, bromea.
Él no lo dice en serio, pero muchos de los usuarios pensarán que efectivamente los controladores van a querer multar más para así sacarse un sobresueldo. Alberto Rodríguez se mueve mucho por el centro y reniega a diario de las maquinitas, como él llama a los parquímetros. La nueva medida le hace gracia porque, según él, es una forma que tiene el Ayuntamiento de “utilizar” a los controladores de parquímetros “para sangrar aún más a los ciudadanos y engrosar sus cuentas sin que nos demos cuenta de que ellos son los malos”. “Así lo pagamos con la maquinita de turno o con el controlador que no tiene culpa pero los que ganan son ellos”, critica.
Tenso ambiente en el gremio
Unas calles más arriba, en pleno corazón de Madrid, otra encargada de vigilar las zonas verde y azul de aparcamiento expone otra opinión totalmente contraria a la de su compañero: “A mí me parece fatal lo del plus, se pone lo que hay que poner, el trabajo se hace como se debe hacer y si pretenden comprarnos así, es que no consideran que lo hagamos bien o que quieren que lo hagamos mal. No sé cuál de las dos opciones es peor”. Ella tampoco quiere que su nombre sea publicado por miedo a posibles represalias, porque asegura que el ambiente en el gremio está muy tenso últimamente.
Esta teoría la apoya una tercera controladora que, casualmente, tampoco quiere figurar con nombre y apellidos, ni siquiera con iniciales. “En los últimos meses han echado como a veinte (en Madrid) y nos tememos que ahora en septiembre se vayan otros tantos”, explica.
El controlador que se encarga de la plaza más cercana no le encuentra mucho sentido a la medida. “Si uno pone muchas multas injustas se acaba sabiendo, eso no es tan fácil de disimular porque la gente recurre, y la imagen de multas porque sí no es buena ni para un controlador concreto, ni para el gremio en general”. Este trabajador opina que algunos de sus compañeros incrementarán su cupo de sanciones mensuales “porque hay de todo en todas partes” pero confía en que la mayoría de ellos continúe haciendo su trabajo como hasta ahora.
La situación laboral de este colectivo ha sido desde hace años motivo de fricción con los Ayuntamientos. La subida salarial recién firmada es la primera que se les hace desde 2006 y una de sus quejas más frecuentes es la del horario (en Madrid, de 09:00 h a 16:00 h con 20 minutos de descanso). “Si queremos ser como Europa, este horario no se puede permitir”, se queja otro controlador en el centro de la capital. El sueldo medio del controlador que está a pie de calle es de 11.700 euros anuales con este nuevo convenio, lo que supone un aumento del 6,8 % con respecto a las condiciones anteriores. Y, para quienes cumplan los “objetivos de recaudación”, será aún mayor el incremento. Esperemos que no sea a costa de los usuarios.
El último convenio colectivo firmado por los sindicatos y el ministerio incluye una polémica cláusula: los controladores de estacionamiento de vehículos cobrarán 25 euros más al mes en concepto de “plus de recaudación” es decir, por poner más multas. Eso sí, no se especifica cuántos euros más ha de recaudar un controlador para lograr ese plus que, en un año, puede llegar a suponer 300 euros de más sobre el sueldo habitual.
El nuevo convenio, que además contempla una subida salarial del 6,8% fue firmado el pasado día 21 por los sindicatos y el Ministerio, y la mayoría de los trabajadores afectados ni siquiera se ha enterado aún de su contenido.
Aún así, cuando El Confidencial les ha explicado por encima la cláusula del plus por recaudación, la mayoría se ha mostrado muy sorprendida y ha habido diversidad de opiniones. A pie de calle, en pleno centro de Madrid, un controlador que prefiere mantenerse en el anonimato asegura que a él le parece “bien” la medida pero que desconfía de que los usuarios vayan a opinar lo mismo. “Me extraña que vayan a pagar ese plus, porque si fuera así yo no voy a desayunar y me lío a poner multas”, bromea.
Él no lo dice en serio, pero muchos de los usuarios pensarán que efectivamente los controladores van a querer multar más para así sacarse un sobresueldo. Alberto Rodríguez se mueve mucho por el centro y reniega a diario de las maquinitas, como él llama a los parquímetros. La nueva medida le hace gracia porque, según él, es una forma que tiene el Ayuntamiento de “utilizar” a los controladores de parquímetros “para sangrar aún más a los ciudadanos y engrosar sus cuentas sin que nos demos cuenta de que ellos son los malos”. “Así lo pagamos con la maquinita de turno o con el controlador que no tiene culpa pero los que ganan son ellos”, critica.
Tenso ambiente en el gremio
Unas calles más arriba, en pleno corazón de Madrid, otra encargada de vigilar las zonas verde y azul de aparcamiento expone otra opinión totalmente contraria a la de su compañero: “A mí me parece fatal lo del plus, se pone lo que hay que poner, el trabajo se hace como se debe hacer y si pretenden comprarnos así, es que no consideran que lo hagamos bien o que quieren que lo hagamos mal. No sé cuál de las dos opciones es peor”. Ella tampoco quiere que su nombre sea publicado por miedo a posibles represalias, porque asegura que el ambiente en el gremio está muy tenso últimamente.
Esta teoría la apoya una tercera controladora que, casualmente, tampoco quiere figurar con nombre y apellidos, ni siquiera con iniciales. “En los últimos meses han echado como a veinte (en Madrid) y nos tememos que ahora en septiembre se vayan otros tantos”, explica.
El controlador que se encarga de la plaza más cercana no le encuentra mucho sentido a la medida. “Si uno pone muchas multas injustas se acaba sabiendo, eso no es tan fácil de disimular porque la gente recurre, y la imagen de multas porque sí no es buena ni para un controlador concreto, ni para el gremio en general”. Este trabajador opina que algunos de sus compañeros incrementarán su cupo de sanciones mensuales “porque hay de todo en todas partes” pero confía en que la mayoría de ellos continúe haciendo su trabajo como hasta ahora.
La situación laboral de este colectivo ha sido desde hace años motivo de fricción con los Ayuntamientos. La subida salarial recién firmada es la primera que se les hace desde 2006 y una de sus quejas más frecuentes es la del horario (en Madrid, de 09:00 h a 16:00 h con 20 minutos de descanso). “Si queremos ser como Europa, este horario no se puede permitir”, se queja otro controlador en el centro de la capital. El sueldo medio del controlador que está a pie de calle es de 11.700 euros anuales con este nuevo convenio, lo que supone un aumento del 6,8 % con respecto a las condiciones anteriores. Y, para quienes cumplan los “objetivos de recaudación”, será aún mayor el incremento. Esperemos que no sea a costa de los usuarios.
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