Experimento sexual de Gandhi: pese a abstinencia, dormía con mujeres desnudas
Un nuevo libro sobre Mahatma Gandhi, el héroe de la independencia de India, revela que su célebre voto de abstinencia sexual no le impedía dormir con muchachas desnudas, junto a las cuales experimentaba su entereza en la renuncia al placer.
"Gandhi: la ambición desnuda", del historiador británico Jad Adams, desempolva la vida de Mohandas Karamchand Gandhi, apodado el Mahatma ("la gran alma"), cuya existencia espartana y la resistencia a los placeres terrestres son tradicionalmente asociadas a su imagen.
El libro acaba de ser publicado en el Reino Unido y comenzará a circular pronto en India.
Esta semblanza de Gandhi en la intimidad, elaborada a partir de sus escritos y de testimonios de sus allegados, corre el riesgo de causar sensación en un país donde es aún considerado un santo, más de 60 años después de su muerte.
La actitud severa e inusual de Gandhi con respecto a la sexualidad era ya conocida. En 1885 escribió un texto en el que decía que se sentía asqueado por haber hecho el amor con su mujer Kasturba, de 15 años, en momentos en que su padre estaba agonizando.
Más tarde, después de haber tenido cuatro hijos, prohibió a las parejas casadas que frecuentaban su ashram tener relaciones sexuales mientras permanecieran en el lugar, explicando a los maridos que debían darse una ducha fría en caso de excitación.
"Una de las cosas más sorprendentes que descubrimos sobre Gandhi es la cantidad de veces que escribe sobre el sexo", dice Jad Adam, entrevistado telefónicamente por la AFP.
"Se ve que tiene una sexualidad perfectamente normal en la primera parte de su vida. Pero lo que me interesó, es que a partir de un momento (en 1900) decide que es una buena idea ser casto. Seis años más tarde hace votos y los pone en práctica", explica Adam.
Pero, contrariamente a su imagen de asceta abstinente, durante la segunda mitad de su vida Gandhi se bañaba a veces con adolescentes, se hacía masajear desnudo y compartía el lecho con una o varias de sus fieles.
Según el historiador, no hay pruebas de que hubiese roto sus votos de abstinencia, pese a que la definición que da Gandhi de ella es bastante restringida.
"El se refiere a la penetración, pero define el sexo de una manera tan restringida que deja de lado actividades muy sensuales que muchas personas calificarían de sexuales", recalca.
Jad Adams cree que Gandhi "esperaba que las mujeres lo estimularan sexualmente para poder demostrar su resistencia".
Manu Nayar, la hermana de Sushila, secretaria particular del padre de la nación india, fue una de esas mujeres. Las esposas de los hombres que frecuentaban su ashram eran llamadas a veces a compartir sus noches, aun cuando no tenían derecho a dormir con sus maridos.
Para el autor del libro, estas prácticas son como una forma de strip tease, en el que se puede ver y jugar, pero no tocar.
Esos experimentos -Gandhi también tenía como costumbre retener su esperma, la que consideraba como fuente de la energía espiritual- no fueron seguidos por sus allegados políticos: su primer ministro Jawaharlal Nehru los juzgaba anormales, señala el historiador.
Hasta su asesinato en 1948, sus prácticas eran comentadas comúnmente, pero después, los detalles sobre su vida privada dejaron lugar a una imagen más consensual de icono nacional.
Su mujer, con quien se casó cuando ella tenía 13 años, habría aceptado, de buena o mala gana, la abstinencia del Mahatma, así como sus experimentos sexuales.
"Gandhi: la ambición desnuda", del historiador británico Jad Adams, desempolva la vida de Mohandas Karamchand Gandhi, apodado el Mahatma ("la gran alma"), cuya existencia espartana y la resistencia a los placeres terrestres son tradicionalmente asociadas a su imagen.
El libro acaba de ser publicado en el Reino Unido y comenzará a circular pronto en India.
Esta semblanza de Gandhi en la intimidad, elaborada a partir de sus escritos y de testimonios de sus allegados, corre el riesgo de causar sensación en un país donde es aún considerado un santo, más de 60 años después de su muerte.
La actitud severa e inusual de Gandhi con respecto a la sexualidad era ya conocida. En 1885 escribió un texto en el que decía que se sentía asqueado por haber hecho el amor con su mujer Kasturba, de 15 años, en momentos en que su padre estaba agonizando.
Más tarde, después de haber tenido cuatro hijos, prohibió a las parejas casadas que frecuentaban su ashram tener relaciones sexuales mientras permanecieran en el lugar, explicando a los maridos que debían darse una ducha fría en caso de excitación.
"Una de las cosas más sorprendentes que descubrimos sobre Gandhi es la cantidad de veces que escribe sobre el sexo", dice Jad Adam, entrevistado telefónicamente por la AFP.
"Se ve que tiene una sexualidad perfectamente normal en la primera parte de su vida. Pero lo que me interesó, es que a partir de un momento (en 1900) decide que es una buena idea ser casto. Seis años más tarde hace votos y los pone en práctica", explica Adam.
Pero, contrariamente a su imagen de asceta abstinente, durante la segunda mitad de su vida Gandhi se bañaba a veces con adolescentes, se hacía masajear desnudo y compartía el lecho con una o varias de sus fieles.
Según el historiador, no hay pruebas de que hubiese roto sus votos de abstinencia, pese a que la definición que da Gandhi de ella es bastante restringida.
"El se refiere a la penetración, pero define el sexo de una manera tan restringida que deja de lado actividades muy sensuales que muchas personas calificarían de sexuales", recalca.
Jad Adams cree que Gandhi "esperaba que las mujeres lo estimularan sexualmente para poder demostrar su resistencia".
Manu Nayar, la hermana de Sushila, secretaria particular del padre de la nación india, fue una de esas mujeres. Las esposas de los hombres que frecuentaban su ashram eran llamadas a veces a compartir sus noches, aun cuando no tenían derecho a dormir con sus maridos.
Para el autor del libro, estas prácticas son como una forma de strip tease, en el que se puede ver y jugar, pero no tocar.
Esos experimentos -Gandhi también tenía como costumbre retener su esperma, la que consideraba como fuente de la energía espiritual- no fueron seguidos por sus allegados políticos: su primer ministro Jawaharlal Nehru los juzgaba anormales, señala el historiador.
Hasta su asesinato en 1948, sus prácticas eran comentadas comúnmente, pero después, los detalles sobre su vida privada dejaron lugar a una imagen más consensual de icono nacional.
Su mujer, con quien se casó cuando ella tenía 13 años, habría aceptado, de buena o mala gana, la abstinencia del Mahatma, así como sus experimentos sexuales.
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