Un hombre logra rebajar casi 300 kilos de peso
Un hombre inglés de 41 años llegó a pesar más de 381 kilos, pero gracias a un by-pass gástrico logró reducir tres cuartas partes de su peso porque su estómago pasó a tener el tamaño de un huevo.
Colin Corfield, de Oak Court, en el condado inglés de Runcorn, dependía de la buena voluntad de su familia y amigos para que lo alimentaran con su comida chatarra favorita, ya que estaba confinado a su cama porque pesaba 381 kilos, según el sitio inglés Daily Mail.
Pero gracias a la operación de by-pass gástrico al que se sometió hace un año, el hombre volverá a disfrutar de Año Nuevo de pie y con sólo cien kilos de peso. Los médicos redujeron el estómago de Corfield hasta que tuvo el tamaño de un huevo, por lo que el hombre perdió el hambre de un día para el otro, lo que le permitió dejar su adicción a la comida.
Además de la operación en el estómago, Corfield se somentió a varias intervenciones para sacarle la piel que quedó colgando después de que eliminara la grasa. "Recién ahora me siento bien con la vida", comentó el hombre, quien tiene varias invitaciones para la comida de Año Nuevo.
"Creo que prefiero ir a mi pub local, donde me hacen un plato chiquito. Tardo una hora y 40 minutos en comerlo porque tengo que parar y descansar", contó Corfield.
La operación costó 33 mil libras esterlinas, o su equivalente, 52 mil dólares. La madre de Corfield tuvo que vender su casa para pagarla, pero él asegura que valió la pena: "El 2010 va a ser mi año", aseguró.
Colin Corfield, de Oak Court, en el condado inglés de Runcorn, dependía de la buena voluntad de su familia y amigos para que lo alimentaran con su comida chatarra favorita, ya que estaba confinado a su cama porque pesaba 381 kilos, según el sitio inglés Daily Mail.
Pero gracias a la operación de by-pass gástrico al que se sometió hace un año, el hombre volverá a disfrutar de Año Nuevo de pie y con sólo cien kilos de peso. Los médicos redujeron el estómago de Corfield hasta que tuvo el tamaño de un huevo, por lo que el hombre perdió el hambre de un día para el otro, lo que le permitió dejar su adicción a la comida.
Además de la operación en el estómago, Corfield se somentió a varias intervenciones para sacarle la piel que quedó colgando después de que eliminara la grasa. "Recién ahora me siento bien con la vida", comentó el hombre, quien tiene varias invitaciones para la comida de Año Nuevo.
"Creo que prefiero ir a mi pub local, donde me hacen un plato chiquito. Tardo una hora y 40 minutos en comerlo porque tengo que parar y descansar", contó Corfield.
La operación costó 33 mil libras esterlinas, o su equivalente, 52 mil dólares. La madre de Corfield tuvo que vender su casa para pagarla, pero él asegura que valió la pena: "El 2010 va a ser mi año", aseguró.
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